
La energía vital se reparte en los siguientes tres grandes sistemas: el de nutrición, relación y eliminación.
También existen otros dos sistemas donde se necesita energía, como son el de crecimiento y en el de reproducción, pero como estos dos son importantes solo en ciertos momentos de la vida, hoy me voy a centrar en los tres principales.
Sistema de nutrición
El sistema de nutrición necesita energía para la digestión y la asimilación de los alimentos que ingerimos. Los órganos que forman parte no son solo los del aparato digestivo, si no que, todas y cada una de las células del organismo, intervienen en el trabajo de asimilación de nutrientes.
Sistema de relación
Es el encargado de ponernos en contacto con el mundo exterior y con los demás seres humanos. Cuando nos relacionamos, nos movemos, pensamos, hablamos, trabajamos o hacemos ejercicio, llevamos nuestra energía vital a músculos y huesos, al sistema nervioso y a los órganos de los sentidos y el lenguaje.
Sistema de eliminación
Este es un sistema fundamental para el mantenimiento de una buena salud. El cuerpo humano no puede estar sano si acumula en sus células una gran cantidad de sustancias de desecho y tóxicas. Este sistema actúa de forma más intensa por la noche, mientras descansamos, elimina las sustancias tóxicas acumuladas y los desechos normales del metabolismo del organismo (ácido úrico, colesterol..) y renueva sus tejidos.
Efectos en el exceso o déficit de energía en los diferentes sistemas
Cuando la energía se centra en el sistema de nutrición, con digestiones pesadas, debido a alimentos mal combinados, procesados, de origen animal, comer sin hambre, etc., desperdicia mucha energía vital en este sistema, lo que hace que disminuya la energía en el sistema de relación teniendo menos ganas de movernos, de pensar, con sueño, etc., y el sistema de eliminación no dispondrá de suficiente energía para eliminar las sustancias nocivas.
Cuando hay exceso de gasto de energía en el sistema de relación, como cuando una persona trabaja demasiado, está muy estresada, tiene pensamientos negativos de forma constante, vive rodeado de mucho ruido y luces artificiales, etc., la energía vital deberá robar energía extra de los sistemas de nutrición y eliminación. Por ejemplo, si una persona recibe una mala noticia, su energía se centrará en intentar solucionar ese problema y será conveniente que no ingiera alimentos, hasta que no se tranquilice y se recupere de dicha situación, ya que en esos momentos no habrá energía para la digestión.
La disminución de energía en el sistema de eliminación podría ser debido a falta de horas de sueño y descanso, por centrar la energía en el sistema relacional por problemas de la vida cotidiana, malos hábitos alimentarios, etc., y esto hace que disminuya la eliminación de sustancias tóxicas. Esto hará que se acumulen en el cuerpo y a la larga, hará que aparezca la enfermedad, tanto de forma aguda como crónica.
Es de vital importancia alargar al máximo el ayuno matutino. A más horas de ayuno, más energía para regenerar nuestras células le daremos a nuestro organismo. Con el paso de los años, una disminución de energía en los órganos de eliminación (riñones, pulmones, aparato digestivo y piel) , hará que la persona deje de tener crisis de eliminación como catarros, vómitos, diarreas, flemas, orina oscura, etc., y podrían aparecer enfermedades crónicas y más tarde las degenerativas, disminuyendo la capacidad de auto curación.
En resumen, tenemos que ser conscientes de como vivimos, de como comemos y como nos relacionamos, ya que de ello dependerá, en gran medida, que tengamos una salud óptima.
